Fernando, uno de los ganadores de la VIII edición, nos cuenta su experiencia en la ESCAC
9/11/2017
Fernando Ayuso fue el autor del tercer mejor clipmetraje en la VIII edición del festival. Su clipmetraje, Seguir consumiendo, plantea un futuro en el que las reservas naturales están en vías de extinción. Como premio, Fernando pudo disfrutar de un Curso de Formación Audiovisual en la ESCAC, una de las escuelas de cine de referencia. A continuación conocemos su experiencia con sus propias palabras.
Participar en el Festival de Clipmetrajes de Manos Unidas ha sido una experiencia que ha sobrepasado todas mis expectativas. Por supuesto, no hay que olvidar que el fin último del concurso es llegar a la gente a través de un mensaje claro que ayude a construir un mundo mejor; y creo que dicho objetivo supone de por sí un gesto más que necesario teniendo en cuenta los tiempos que corren. Manos Unidas nos da cada año a todos los jóvenes creadores audiovisuales una oportunidad única para ser partícipes de este gran proyecto, y lo podemos hacer invirtiendo el tiempo en lo que más nos gusta: crear y experimentar detrás de una cámara.
Cuando después de todo este gratificante proceso personal te dicen que has ganado el tercer premio del concurso, y te das cuenta de que se trata ni más ni menos que de un Curso intensivo de Dirección y Narrativa Audiovisual en la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisuals de Catalunya), empiezas a pensar que todo debe formar parte de un gran plan del destino para acercarte a lo que siempre has deseado, que no es otra cosa que hacer cine.
Las tres semanas que pasé en Terrassa fueron mejores de lo que jamás podría haber imaginado. El curso está especialmente diseñado para aprender lo máximo en el menor tiempo posible, con un profesor genial e inmejorables compañeros con los que creas estrechos vínculos tras numerosas horas de trabajo. El aprendizaje giraba en torno a numerosas prácticas cámara en mano. Cada mañana, tras repasar los conceptos teóricos, nos íbamos a la calle para filmar y cometer errores, y todo pensando en la práctica final, un cortometraje real con cámaras profesionales realizado junto a los compañeros del curso de dirección de fotografía. En definitiva, una experiencia irrepetible, un aprendizaje que jamás se habría materializado si finalmente no me hubiera decidido por aportar mi pequeño granito de arena de un minuto de duración.
El concurso de Manos Unidas no solo ayudó a afianzar un carácter crítico hacia lo que ocurre en la sociedad, sino que también enriqueció mi forma de entender el cine, y esos son dos aspectos que siempre agradeceré.
Fernando Ayuso
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