Desafíos y oportunidades de la migración
23/12/2021
En 2020, había unos 281 millones migrantes internacionales, lo que corresponde al 3,6% de la población mundial.
Existen diversos factores que inciden en los movimientos de población. Éstos pueden ser voluntarios o forzosos, son el resultado de desastres, crisis económicas y situaciones de pobreza extrema o conflicto, cuya magnitud y frecuencia no dejan de aumentar.
En 2020 el número de migrantes internacionales (personas que residen en un país distinto al de nacimiento) alcanzó más de 280 millones en todo el mundo, frente a los 258 millones de 2017.
¿Sabías que…?
El 48% son mujeres
38 millones son niños y niñas
164 millones son trabajadores migrantes.
Se espera que esta cifra aumente por varias razones, entre las que se incluyen el crecimiento de la población, el aumento de la conectividad, el comercio, el aumento de la desigualdad, los desequilibrios demográficos y el cambio climático.
Todos estos factores tendrán repercusiones de calado en las características y el alcance de la migración en el futuro, y determinarán las estrategias y políticas que los países deberán implementar para aprovechar el potencial de la migración, sin dejar de lado la protección de los derechos humanos fundamentales de los migrantes.
Gracias a sus conocimientos, redes y competencias, los migrantes contribuyen a forjar comunidades más fuertes y resilientes. El panorama socioeconómico mundial puede configurarse mediante decisiones de peso que permitan abordar los retos y las oportunidades que plantean la movilidad mundial y los movimientos de población.
El Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular brinda la oportunidad e imparte las orientaciones necesarias para estar a la vanguardia de la movilidad humana y de ese modo aprovechar las posibilidades que ésta ofrece.
2016: El origen del Pacto
El 19 de septiembre de 2016, los Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron por primera vez a nivel mundial dentro de la Asamblea General de la ONU para discutir temas relacionados con la migración y los refugiados.
Esto envió un poderoso mensaje político de que los asuntos relacionados con la migración y los refugiados se habían convertido en temas importantes en la agenda internacional.
Al adoptar la Declaración de Nueva York para los Refugiados y los Migrantes, los 193 Estados miembros de la ONU reconocieron la necesidad de un enfoque integral de la movilidad humana y una mayor cooperación a nivel mundial.
El Anexo II de la Declaración de Nueva York puso en marcha un proceso de consultas y negociaciones intergubernamentales hacia el desarrollo de un Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular. Este proceso concluyó el 10 de diciembre de 2018.
Es el primer acuerdo negociado intergubernamentalmente que cubre todas las dimensiones de la migración internacional de una manera holística e integral. Es un documento no vinculante que respeta el derecho soberano de los Estados a determinar quién ingresa y permanece en su territorio y demuestra compromiso con la cooperación internacional en materia migratoria.
Presenta una importante oportunidad para mejorar la gobernanza de la migración, abordar los desafíos asociados con la migración actual y fortalecer la contribución de los migrantes y la migración al desarrollo sostenible.
Fuente: ONU
Manos Unidas impulsa el desarrollo de las comunidades migrantes
Manos Unidas lleva muchos años impulsando proyectos de desarrollo que buscan apoyar a las comunidades migrantes de diferentes países, con el objetivo de que puedan establecerse como comunidades unidas y eso les ayude a asegurarse un mejor futuro en el país de acogida.
Un ejemplo lo encontramos en Marruecos, donde el coronavirus ha provocado un deterioro aún más significativo de las condiciones de vida de la población en tránsito, en especial las mujeres y menores.
Con la irrupción inesperada de la COVID-19, las comunidades de migrantes en Nador y Oujda, situadas en Marruecos, se vieron privadas de bienes básicos como el agua, la comida o la comunicación.
Las restricciones a la movilidad les afectaron tanto a ellos como a aquellos encargados de distribuirles bienes de primera necesidad (alimentos, materiales de abrigo, productos de higiene personal y colectiva, artículos de protección frente al coronavirus).
Además, la presión policial contra las personas migrantes en el entorno de Nador no solamente no se redujo, sino que se incrementó, al abrigo de las medidas de seguridad impuestas frente al coronavirus.
Ante esta dura situación, los equipos de intervención tuvieron que adaptarse para poder hacer llegar su ayuda a los migrantes.
Por ejemplo, se establecieron nuevos protocolos en la preparación y distribución de los kits de ayuda, que lograron no poner en riesgo a ninguna persona beneficiaria ni miembro del equipo.
Además, se hizo un especial seguimiento a 228 mujeres embarazadas, así como a 186 recién nacidos, para asegurar su estado de salud.
De cara a completar este proyecto, se habilitaron también dos nuevos alojamientos de emergencia para poder continuar acogiendo a las personas recién salidas del hospital y ofrecerles un lugar seguro para su recuperación, respetando siempre los tiempos de cuarentena y protocolos de seguridad establecidos frente al coronavirus.
Los derechos de todas las personas migrantes y sus familiares deben estar protegidos. Esta responsabilidad debe ser asumida por todos los países si queremos garantizar la igualdad, la seguridad, la dignidad y la libertad de todos los ciudadanos y ciudadanas del mundo.