Cómo educar en igualdad
17/01/2019
Para solucionar la problemática de la desigualdad de género, es preciso tratarla desde la infancia, en el momento que los niños y niñas establecen sus criterios acerca de lo que les rodea. A fin de facilitar herramientas que ayuden a que hagan suyos los valores de una sociedad equitativa y sin discriminaciones entre hombres y mujeres, proponemos el siguiente decálogo para educar en la igualdad.
Decálogo para educar en la igualdad de género
1) Observar y escuchar: es importante observar cómo se relacionan nuestros hijos/as con sus compañeros/as, entender qué conceptos manejan.
2) Desmontemos los prejuicios: cuando afirman algo categóricamente hay que responder con una pregunta: ¿por qué? Al tratar de razonar el prejuicio, éste acaba autodestruyéndose. Además, recordemos que la discriminación también se produce hacia el género masculino: todavía existe la percepción de que los niños deben ser más duros, mientras que las niñas son sensibles.
3) No se puede generalizar: debemos hacerles comprender que las generalizaciones conducen a error. Cada persona es única e irrepetible, y tiene virtudes, defectos y capacidades propias, independientemente de si es hombre o mujer.
4) Implicar a los niños y niñas en las tareas del hogar: asignarles responsabilidades o actividades cotidianas que tradicionalmente han sido consideradas ‘cosas de mujeres’ o ‘cosas de hombres’.
5) Compartir la información, debatir con ellos: es bueno hablar con ellos de la información que reciben en la escuela, en la televisión, de sus amigos/as… así generamos el hábito de conversar y discutir ideas en casa y fomentamos en los niños el espíritu crítico. Además, nos ayuda a entender cómo son, qué ven, qué piensan y cómo se sienten.
6) Comprender nuestras propias limitaciones en cuanto a género: hemos sido educados en una sociedad que, igual que hoy, pretendía asignar un rol a cada sexo, y por eso, tenemos interiorizadas algunas actitudes discriminatorias. Es bueno mirarnos con ojo crítico y, de alguna manera, reeducarnos.
7) Responde sus dudas: debemos procurar que el momento de la televisión lo compartan con nosotros, y tenemos que responder a cualquier pregunta que les surja respecto a aquello que están viendo.
8) Juegos “unisex”: muchos juegos tradicionales no necesitan herramientas, ni tienen roles definidos: el pañuelo, la gallinita ciega, el rescate… son divertidos, no entienden de género, ¡y no pasan de moda!
9) Da ejemplo: los patrones de comportamiento se heredan, y no es sencillo desligarse de esta influencia familiar. Evitemos roles, tópicos, lugares comunes respecto al género, y dejemos que vayan creando sus propias opinionesdesde el respeto y la empatía por lo diferente.
10) El aprendizaje nunca se acaba: para enseñar hábitos, debemos ser nuestra mejor versión posible. Y para ello tenemos que desaprender, criticarnos, ver y comprender la realidad de nuestro entorno y cambiar lo que no funciona.
Fuentes: Escuela de Filósofos de los Colegios Brains y Campaña “Muévete por la Igualdad”(Ayuda en Acción, Entreculturas, InteRed y AECID).
En la siguiente entrevista, Marina Subirats nos abre los ojos sobre la situación actual y nos da algunas claves fundamentales para abordar la coeducación:
“El feminismo es un movimiento de liberación de mujeres y de hombres, lo que pasa que los hombres todavía no se han dado, del todo, cuenta”.
Marina Subirats es catedrática emérita de Sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona y una de las referentes del feminismo y la coeducación en España durante las últimas tres décadas. Como experta en sociología de la educación ha publicado, entre otros libros, ‘Forjar un hombre, moldear una mujer’ y ‘Coeducación, apuesta por la libertad’.