Justicia se escribe con C de Compartir… también en Zambia
27/02/2025
Zambia, un país con una gran diversidad natural, enfrenta desafíos profundos en términos de desigualdad y acceso a recursos básicos. A pesar de ser una nación rica en cultura y belleza, más del 64% de su población vive en pobreza extrema. Descubre cómo Manos Unidas trabaja en este país para mejorar la calidad de vida de miles de personas, especialmente de las mujeres y las comunidades rurales, a través de proyectos de educación, salud, agua y derechos humanos.
Zambia, el país del gran río
Zambia es un país situado en el sureste de África, sin salida al mar y con un territorio fundamentalmente montañoso. El río más importante es el Zambeze, que probablemente da origen a su nombre. Es justo en este río, al sur del país, en su frontera con Zimbabue, donde se encuentra uno de los lugares más impresionantes del planeta, las cataratas Victoria. Todas estas características determinan su clima tropical suavizado por la altitud, con dos estaciones: la estación lluviosa (de noviembre a abril) y la estación seca (de mayo hasta octubre).
Las cifras de la desigualdad
- Zambia tiene una población de casi 000.000 de personas. Es una población joven (la edad media son algo más de 18 años, mientras que en España la edad media es de más de 45 años).
- Más del 64% de esta población sobrevive con menos de 2,15 dólares al día, es decir, son extremadamente pobres; y por eso, su esperanza de vida al nacer es de 62 años (en España es de más de 82 años).
- Casi el 6% de su población está desempleada.
- Menos de la mitad tiene acceso a la electricidad, y ésta se obtiene en muchos casos de fuentes no renovables.
- En cuanto al acceso a la tecnología, solo un tercio de la población utiliza internet.
- Únicamente el 15 % de los escaños parlamentarios están ocupados por mujeres.
Fuente: Banco Mundial
El trabajo de Manos Unidas en Zambia
Manos Unidas acompaña proyectos de desarrollo en Zambia desde 1978. Son propuestas relacionadas con distintos sectores de trabajo de la organización: educación, agua, salud, o derechos de las mujeres y equidad. En todos ellos, de la mano de nuestros socios y socias locales, que lideran a las comunidades en sus procesos de transformación a través del acceso a recursos y condiciones básicas, de modo que puedan disfrutar de sus derechos humanos fundamentales y de una vida digna.
En Milenge, en el norte, la situación económica de las mujeres mejora
En la región de Milenge, al norte del país, donde se desarrolla el proyecto que apoya Manos Unidas, más del 80% de la población vive con menos de 2 dólares al día. Para vivir, practican una agricultura de subsistencia y para tener energía usan leña y carbón, dos productos muy contaminantes.
Los servicios sociales como sanidad, educación, agua potable, electricidad y transporte en general son muy precarios. Estos problemas son aún peores para las mujeres y las niñas. Ellas son las principales víctimas de la violencia de género y no tienen acceso a recursos productivos como la tierra y el capital. Además, carecen de voz y representación en los espacios de toma de decisiones, por lo que sus problemas reciben poca o ninguna atención de las autoridades.
Manos Unidas apoya a Cáritas Mansa, nuestro socio local en este proyecto dirigido a 300 hogares de pequeños agricultores de cuatro aldeas, 240 de ellos encabezados por mujeres. Con él, recibirán formación para diversificar sus cultivos, mejorar su productividad y hacerlos más sostenibles. Además, mediante técnicas para obtener nuevas fuentes de ingresos y perfeccionar su gestión y financiación, mejorará el estado nutricional de los miembros de sus familias y su capacidad de influencia en su entorno social. Todo esto servirá para hacer su producción y medios de vida más sostenibles.
La población en zona rural de Chipata consigue tener acceso al agua potable
La Diócesis de Chipata donde se desarrolla el proyecto está al este del país. Es una zona donde no llueve casi nunca, lo que hace que la agricultura sea muy deficiente y no sirva para dar de comer a la población. Tampoco tienen medios para que los niños y niñas puedan ir a la escuela o para cuidar la salud de la familia. Debido a las escasas lluvias de los últimos años, las personas tienen que beber el agua de los arroyos y charcas donde también beben los animales. Estas fuentes de agua se secan rápidamente y están contaminadas y llenas de deshechos.
Por todo esto, la diarrea y otras enfermedades hídricas se han convertido en muy comunes en las comunidades y la mortalidad infantil ha aumentado. Por otro lado, las mujeres y los niños se han visto obligadas a recorrer andando largas distancias para conseguir agua para su día a día.
Esta situación se resume diciendo que, en muchas partes, también en Zambia, abrir un grifo es impensable. No hay grifos porque no hay agua que salga por él. Por eso, Manos Unidas escuchó la petición y apoyó a su socio local, la Oficina de la Mujer de la Diócesis de Chipata, en un proyecto de construcción y mantenimiento de 10 pozos con bombas manuales. La población se comprometió a cuidar los pozos, y para eso, aportan una pequeña cantidad mensual por grupo familiar.
Con ello, consiguen agua potable, se reducen las enfermedades producidas por el agua sucia y mejoran sus condiciones de vida, favoreciendo el desarrollo sostenible de unas 6500 personas de tres comunidades de la zona.
Justicia se escribe con C de Compartir
Compartir es la apuesta de Manos Unidas para conseguir un mundo más justo, donde la riqueza global beneficie a todas las personas.
Des 1978, hemos estado presentes en Zambia, canalizando la solidaridad de la población española que confía en Manos Unidas para compartir y conseguir que las comunidades más empobrecidas y vulnerables puedan vivir una vida digna.