Cuadernos de rodaje – Día 1: “Ecuador nos está conquistando”
11/12/2013
“Tras un viaje en avión bien largo, nuestro primer día comenzó con ánimo, fuerza y ganas de conocer este precioso país. Bien de mañana nos levantamos para ir a coger el avión a Cuenca. Ahí no hay casas colgadas, ya que esto es Cuenca, ECUADOR. Me pregunto por qué no le llamaron Nueva Cuenca como hicieron con Nueva York. Será porque los de La Mancha no somos así y nos gusta confundir al personal.
Nuestro día comienza con la visita a las tejedoras de sombreros de Sig Sig que formaron la asociación Tesya. El objetivo de la organización fue principalmente conseguir ser capaces de comercializar sus productos sin necesidad de intermediarios. Nos recibieron con mucho cariño y amor e incluso sacaron a bailar a Daniel, que se defendió como pudo, y nos hicieron algunos obsequios.
Todas ellas son mujeres sencillas, residentes en pequeñas comunidades que tejen durante la semana para llevar sus productos a la asociación.
Ésta se los compra por un precio justo y se encarga de buscar clientes tanto en el país como fuera. Manos Unidas ha colaborado en la construcción de su centro de fabricación y en la obtención de las máquinas que hacen posible la creación de estos mundialmente famosos sombreros:
Fue entrañable escucharlas leer el orden del día con una solemnidad admirable, como si recibieran al jefe del estado.
Tras ello se presentaron una a una, agradeciéndonos la visita una y mil veces, tras lo cual nos ofrecieron un refrigerio basado en un agua de frutas y unas muy ricas tortas de maíz con queso. Tras ello nos sorprendieron con una completa dramatización en exclusiva para nosotros de cómo fue el comienzo de la asociación. Con una duración cercana a una hora y desplazándonos a las localizaciones originales y con los diálogos originales recreados, estas bellas mujeres nos mostraron con pelos y señales todo el proceso de creación de la asociación y su problemática con los abusivos distribuidores.
Como el público (nosotros) a veces no sabíamos qué parte de la escena había que seguir ya que era en las localizaciones naturales, una de las mujeres nos apremiaba a seguir a uno de los personajes y nos apuntaba cuál era la siguiente cosa a la que teníamos que atender. Muy original y con unas actrices magníficas. Tras ello nos ofrecieron una comida auténtica en un restaurante de trucha que tenía su propia piscifactoría in situ al aire libre. Fue una tarde magnífica y donde hicimos nuevas amigas.
Conocimos de cerca las vidas de varias asociadas, vimos el proceso de producción y compra de los productos. Por otro lado pudimos comprobar que, estas mujeres emprendedoras, han sido capaces de superar todos los prejuicios de la sociedad que les rodea y como algunas de ellas tuvieron la presión de sus maridos, que no les dejaban trabajar, hasta que finalmente les convencieron. Nos emocionaron bastante con sus historias.
Actualmente todas ellas aportan una parte importante de los ingresos familiares y se han ganado el respeto de su comunidad y nuestra admiración.
Después de un día agotador llegamos a la posada y cenamos en el restaurante italiano de al lado comentando el día mientras disfrutábamos de una pasta riquísima. Justo antes de irnos a dormir, dimos una vuelta por el casco antiguo de Cuenca, declarado patrimonio de la humanidad.
Es curioso como las calles se quedan vacías bastante pronto, pero luego lo entiendes cuando ves la vorágine de gentes que se agolpan para trabajar a las 6 de la mañana.
Una cosa es cierta, los ecuatorianos además de bondadosos, humildes, y generosos, son muy trabajadores y luchadores. Este país nos está conquistando.”
Lucía, Camila y Daniel