Claudia Estrada, ganadora de la X edición, nos presenta su documental sobre el feminicidio en México

25/11/2020

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La violencia tiene un gran impacto sobre la salud física y mental de las mujeres y niñas.

La violencia contra las mujeres es un problema de salud mundial de proporciones epidémicas. Los sistemas de salud del mundo pueden y deben hacer más por las mujeres que sufren violencia”. Margaret Chan, Directora General de la OMS (2007- 2017)

Hoy, 25 de noviembre, Día Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer, queremos acercarnos a la dura realidad de algunas de las familias de mujeres víctimas de feminicidio a través del cortometraje documental que Claudia Estrada rodó durante su viaje a México, como ganadora de la X edición del Festival de Clipmetrajes.

Si hablamos del derecho a la salud y a la vida, no podemos obviar lo que se ha convertido en una plaga mundial, la muerte diaria de mujeres y la impunidad de una gran parte de sus asesinos.

México registró un total de 976 denuncias por feminicidio en 2019, lo que supone un incremento del 137 por ciento respecto a 2015, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

La situación es tan alarmante que el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de las Naciones Unidas ha pedido a México que “adopte medidas urgentes” para prevenir las muertes violentas, los homicidios y las desapariciones forzadas de mujeres.

El estado mexicano, además, deberá trabajar para que el feminicidio sea reconocido como delito en cada uno de sus 32 estados. Actualmente, solo 19 entidades lo tipifican en sus códigos penales.

Las flores que arrancas, es el título elegido por la realizadora para su cortometraje.

Claudia, ¿por qué este título y por qué decides abordar el feminicidio, un tema tan duro y complejo, en tu primer corto documental?

Cuando llegué a México, en Día de Muertos, se realizaba el primer encuentro de Familias víctimas de feminicidio en Chiapas. En un momento dado, cuando las familias estaban reunidas, llegó Kristel Lilibeth, una compositora que había realizado una canción especialmente para todas las víctimas y familiares. En aquel momento esa situación me impactó, tanto la canción como ese silencio entre la música. Cuando terminó me acerqué a ella y le propuse si quería participar con su canción en el documental y aceptó.

Tras terminar el montaje del documental, no encontraba ningún título que lo representara, sentía que ninguno podía trasmitir las emociones y los testimonios. Solo me venía a la mente esa canción titulada “Las flores que arrancas” y en un momento dado, cuando revisé el documental, me di cuenta de que todas las protagonistas llevaban camisetas de flores, algo totalmente casual, y que el único título que representaba el documental era el de la canción. En ese momento decidí proponerle a Kristel que su canción, que suena en los créditos finales, fuera también el título del documental. Pensaba que la idea quizás no le parecería bien, pero para ella era un honor que tuviera el mismo nombre que la canción que creó para todas las familias que salen en el documental.

Como me dijo una vez Patricia Sánchez “Las flores que hoy se arrancan dejan semilla y brotan en la lucha que a diario tenemos para acabar con la violencia feminicida que nos quiere borrar de tajo”. Sin duda, este título transmite tanto la situación que viven las mujeres en México como el mensaje final del documental.

Por otro lado, decidí abordar el tema de los feminicidios porque cuando empecé a investigar me impactaron mucho las cifras, toda esta información la desconocía, no sabía que 10 mujeres son asesinadas al día en México y me pregunté ¿Cómo puede ser que todo esto esté tan invisibilizado? Y pensé que, si yo antes no sabía esto, probablemente la gente de mi alrededor o de mi edad tampoco lo sabría. Ahí es cuando surgió la necesidad de trasmitir esta situación que viven las mujeres en México, siempre desde el punto de vista de darles voz, pues no soy mexicana entonces mi objetivo siempre ha sido que el documental sea una vía para visibilizar y que llegue al mayor número de personas.

¿Cuál crees que es el mensaje más importante que transmite tu corto y sus protagonistas?

Sin duda, el de no rendirse y seguir luchando hasta conseguir sus objetivos como una justicia ejemplar, que se conozcan los derechos de las mujeres indígenas, se disminuya la violencia de género y los feminicidios… Las tres son unas grandes luchadoras y un ejemplo para seguir. Sin olvidar, la importancia para ellas de la sororidad en la lucha.

Las cifras de las víctimas son muy impactantes y detrás de ellas hay miles de familias sufriendo y luchando, como dices, porque se haga justicia, ¿qué sentías al pensar que ibas a poder conocer a algunas de ellas y escuchar sus testimonios de primera mano?, ¿cómo fue ese momento?

Como he comentado, el objetivo de este documental siempre ha sido el de darles voz. Por eso mismo, desde un principio sentía una gran responsabilidad de que el documental expresara con el mayor respeto esta situación.

Por otro lado, al contactar con los testimonios es un proceso duro porque intentas que no te afecte tanto, te mentalizas para poder continuar con la entrevista. Sin embargo, es inevitable no empatizar, es imposible no sentir una gran impotencia y rabia de todo el proceso que tienen que pasar las familias, que encima que les han asesinado a sus hijas, no consigan justicia y que los casos queden impunes o haya tráfico de influencias.

¿Cómo fue el proceso de creación de tu documental y qué es lo que más te ha marcado de esta experiencia?

La verdad es que el proceso del documental fue muy improvisado, fui a México con varios contactos que realicé antes de viajar y los que Manos Unidas estableció con sus socios locales, pero no tenía nada más. Mágicamente se unió todo de tal manera que en poco tiempo puede realizar la mayor parte del documental. Aún me sorprendo al verlo porque hubo momentos muy impactantes como el inicio, cuando fuimos a la carretera donde encontrar el cuerpo de Yuri, la hija de Yamil Trejo.

Todo esto fue posible por la implicación, tanto de las familias de la Red de familias víctimas de feminicidio de Chiapas, como de mi compañera y amiga Daniela Garza Mejía que realizó la fotografía y con la que pude compartir este viaje, así como de Patricia Sánchez y DEFEMI. Ellas son las que más me han marcado en esta experiencia, con muchas aún sigo hablando e intentando que el documental sea una vía de expresión, que se visibilice lo máximo posible.

¿Qué te gustaría destacar de las mujeres protagonistas de Las flores que arrancas?

De Yamil toda esa fuerza y su incansable lucha, justo el 24 de noviembre de este año se cumplen cuatro años del asesinato de Yuri, cuatro años persiguiendo una justicia digna para su hija. Por suerte esta lucha parece que llega a su fin, a inicios de este año consiguió la reaprehensión del asesino.

Considero que a veces juzgamos sin saber y pensamos que quizás, en una comunidad indígena, los ideales son más cerrados o anticuados porque no se disponen de los medios tecnológicos y de las redes sociales tan a mano. Sin embargo, María Demeza me hizo cambiar de perspectiva, una mujer súper sabia, una lideresa increíble. De ella destaco su valentía, sus ganas incansables de transmitir los derechos de las mujeres y de ayudarlas.

De Patricia Sánchez lo implicada que está en cada acto, siempre dispuesta a manifestarse por sus compañeras y seguir con la lucha. Actualmente cursa una maestría y la verdad es que será una gran educadora.

Como ganadora de la X edición del Festival y con el proyecto de rodar tu corto documental cumplido, ¿qué mensaje lanzarías para animar a la participación en la XII edición?

Que, si te apasiona el audiovisual y tienes la necesidad de contar y transmitir, adelante. Es una muy buena experiencia para ver otra perspectiva, crecer como persona y realizar tu propia creación. La verdad es que estoy muy agradecida al Festival de Clipmetrajes por esta oportunidad, para mi ha sido lo que me ha dado fuerzas para seguir e intentar un futuro dentro del cine como directora.

Las flores que arrancas ha sido seleccionado en varios festivales, cuéntanos cuáles son y qué otros caminos te gustaría recorrer con este documental.

La verdad es que no ha sido el mejor momento para la distribución del documental por la Covid, por eso mismo casi todos los festivales en los que ha sido seleccionado se van a realizar o se han realizado online.

Hemos tenido la suerte de haber estado en festivales como Doqumenta (México), Directed by Woman Spain, Cine Invisible Bilbao, Quartmetratges, Autors en curt, Hecare, Cortocircuito…

Próximamente estará en Veracruz, en el festival de cine Quetzal, Lift-off Melboune y Select Respect…

La verdad es que con este recorrido nuestro objetivo con el documental se ha cumplido, sin embargo, sí me gustaría que se realizase una proyección en Chiapas y por eso mismo lo estoy organizando junto a Patricia, Kristel, Daniela y Yamil.

Cuando se termine el recorrido de los festivales sí que quiero que esté en abierto, que se visibilice en redes y que toda persona pueda hacer uso de él. Lo más importante es que las voces de las protagonistas, y de tantas mujeres mexicanas, lleguen a más gente.

 

Como nos cuenta Claudia vamos a tener que esperar un poco más para poder visionar su documental, pero aquí va un pequeño adelanto de este delicado trabajo.

“A TODAS LAS MUJERES: SEGUIMOS LUCHANDO”

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