Agroecología: Un futuro sin hambre ni desigualdad

3/11/2022

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Nuestros actuales sistemas alimentarios y agrícolas no están afrontando los principales desafíos de nuestro tiempo, más de 800 millones de personas siguen padeciendo hambre o malnutrición.

 

DESAFÍOS DE LOS SISTEMAS AGRÍCOLAS Y ALIMENTARIOS

Los sistemas de producción alimentaria y agrícola de todo el mundo se enfrentan a desafíos sin precedentes a causa de la creciente demanda de alimentos por una población en auge, el aumento del hambre y la malnutrición, los efectos adversos del cambio climático, la sobreexplotación de los recursos naturales, la merma de la biodiversidad y la pérdida y el desperdicio de alimentos.

Estos desafíos pueden socavar la capacidad del mundo para satisfacer sus necesidades alimentarias presentes y futuras.

¿Por qué es necesario que pasemos a unos sistemas de alimentación y agricultura sostenibles?

Sin cambios profundos en estos sistemas, resultará imposible alcanzar un nivel de producción que satisfaga nuestras necesidades con una base de recursos naturales que ya se encuentra seriamente agotada. Es necesario que expandamos y aceleremos la transición hacia una alimentación y una agricultura sostenibles, que garanticen la seguridad alimentaria mundial, brinden oportunidades económicas y sociales, y protejan los ecosistemas de los que depende la agricultura.

¿Cuándo es la agricultura insostenible?

Los sistemas agrícolas y alimentarios son insostenibles si no benefician a aquellos cuyos modos de vida dependen de ellos y si se basan en tecnologías y enfoques anticuados, si el acceso a los recursos, insumos y mercados es limitado, y si no existen oportunidades de empleo decente.

Fuente: FAO

 

EL ENFOQUE INTEGRADO DE LA AGROECOLOGÍA

La agroecología ofrece un enfoque único para satisfacer las necesidades de generaciones futuras sin que nadie quede atrás.

Los sistemas alimentarios y agrícolas de hoy han logrado suministrar grandes cantidades de alimentos a los mercados globales, pero aún no pueden proporcionar desarrollo sostenible para todos. Los altos insumos externos y los sistemas agrícolas de recursos intensivos han contribuido a la deforestación, la escasez de agua, la pérdida de biodiversidad, el agotamiento de los suelos y elevados niveles de emisiones de gases de efecto invernadero.

Pese a los avances logrados en la reducción del hambre, la malnutrición afecta a una tercera parte de la población mundial.

La agroecología, junto con agricultores familiares, pueblos indígenas, pescadores, agricultores de montaña y pastores, pretende transformar los sistemas alimentarios y agrícolas abordando las causas de los problemas y aportando soluciones holísticas y de largo plazo basadas en la co-creación de conocimientos, el intercambio y la innovación, incluida la combinación de conocimientos locales, tradicionales, indígenas y prácticos con una ciencia multidisciplinaria.

El enfoque de la agroecología es holístico, orientándose tanto hacia las personas como hacia el planeta teniendo en cuenta las tres dimensiones del desarrollo sostenible – social, económico y ambiental– y, a la vez, fortaleciendo los medios de vida de pequeños productores, pueblos indígenas, mujeres y personas jóvenes.

“El futuro de la agricultura no es intensivo en insumos, sino en conocimientos. Necesitamos el enfoque integrado que nos ofrece la agroecología”.

José Graziano da Silva. 8º Director General de la FAO

 

ACCIONES PARA APOYAR UNA PRODUCCIÓN Y CONSUMO SOSTENIBLE DE LOS ALIMENTOS

¿Qué puedo hacer?

  • Diseña una dieta rica en productos de origen vegetal: este tipo de alimentación tiene un menor impacto en el planeta. Apuesta por las frutas, las verduras, las legumbres, las semillas y los frutos secos como protagonistas de tus menús diarios.
  • ¡Cuidado al hacer la compra! Mete en tu cesta sólo los productos que necesites. El despilfarro de alimentos implica, no sólo que toneladas de comida terminen en la basura generando contaminación atmosférica cuando se descomponen, sino también el desperdicio de todos los recursos empleados en su producción.
  • Consume productos locales y de proximidad, así beneficiarás a los pequeños agricultores y productores de tu zona.
  • Incluye en tu lista alimentos orgánicos y ecológicos que se hayan cultivado respetando el medio ambiente.
  • Cultiva tus propios alimentos: ¡anímate a plantar tu propio huerto!
  • Infórmate de los impactos de la agricultura intensiva y compártelo con tu entorno, les ayudarás a sensibilizarse y a comprometerse con un consumo más responsable.
  • Realiza actividades que te permitan estar en contacto con la tierra y los pequeños productores de alimentos. Acercarte a su realidad te ayudará a tener otra visión del mercado y a comprobar que otra forma de producir y consumir es posible.

Nuestras decisiones a la hora de comprar y consumir los alimentos que comemos, tienen un importante impacto en el planeta y en el acceso universal a la alimentación de los más vulnerables.

Cambiemos por el planeta, cuidemos a las personas.

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