Cultivar sus propios alimentos puede parecer una misión demasiado difícil, y su impacto en el planeta demasiado pequeño como para decidir comprometerse a ello. Pero cada vez más personas del área urbana de Barcelona deciden cultivar un pequeño huerto entre casas y edificios, y hacerlo en comunidad, compartiendo recursos. De este modo, pueden acostumbrarse a la idea de una alimentación verdaderamente sostenible, y tomar conciencia del desperdicio que hay que evitar para garantizar alimentos y agua para todos.

Un cultivo para el futuro

Cultivar sus propios alimentos puede parecer una misión demasiado difícil, y su impacto en el planeta demasiado pequeño como para decidir comprometerse a ello. Pero cada vez más personas del área urbana de Barcelona deciden cultivar un pequeño huerto entre casas y edificios, y hacerlo en comunidad, compartiendo recursos. De este modo, pueden acostumbrarse a la idea de una alimentación verdaderamente sostenible, y tomar conciencia del desperdicio que hay que evitar para garantizar alimentos y agua para todos.

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