Misión: Mozambique
5/01/2012
En cualquiera de los muchos trayectos en coche que realicé por Mozambique, se podían ver circulando por la calzada innumerables camiones enormes cargados hasta arriba de madera. Cantidades ingentes de madera que recorre todo el país hasta llegar al puerto donde tras ser metida en contenedores se envía hacia china u otros países para la fabricación de muebles. Esa madera, comprada por cuatro duros a empresas de Mozambique, sirve para que los ciudadanos del primer mundo podamos comprar muebles baratos. Las empresas que obtienen una concesión del gobierno, pertenecen a familiares y amigos de la clase dominante, que se enriquecen a costa de vender, casi regalar, los recursos naturales de todo un país. Árboles y árboles talados, sin ningún criterio de sostenibilidad, la verdadera riqueza de un país expoliada para beneficiar a unos pocos.
Los denominados países ricos deberíamos tomar conciencia de los impactos que tienen nuestras acciones. Resulta que la mayoría de las veces favorecen a los que más tienen en perjuicio de los que menos.