El ganador de la XIII ed., Esteban Novillo y el realizador Fernando Martín, nos hablan de su rodaje en la frontera entre República Dominicana y Haití.

22/12/2022

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Esteban Novillo, ganador de la XIII edición del Festival, viajó junto al realizador Fernando Martín Llorente, a la frontera entre República Dominicana y Haití para rodar su propio corto documental. En esta entrevista comparten sus impresiones y experiencias sobre este proyecto.

 

Para empezar, y con el recuerdo tan reciente de vuestro viaje, ¿por qué animaríais a futuras y futuros participantes a apoyar nuestro Festival y presentar sus clipmetrajes en esta XIV edición?

 
Esteban: Animaría a todo el mundo a presentarse porque Manos Unidas, no sólo ofrece un premio, es una experiencia. Yo al principio pensaba que el viaje era realizar un documental sobre un proyecto de Manos Unidas en la frontera de Dominicana, que era lo lógico, pero estaba equivocado. Te ofrece una oportunidad para contar tu historia y salir al mundo como realizador, viajando a otro país, con toda la libertad creativa y sin ceñirse a ningún tema. Aprender de la mano de alguien con más experiencia que tú y contar con la ayuda inestimable de personas que conocen el lugar es único. No creo que haya nada parecido.

Fernando: Como dice Esteban, es una oportunidad única. Es íncreíble poder compartir la creación de un documental con el apoyo de profesionales, con toda la logística cubierta, y gastos pagados. Además, no se trata de hacer un vídeo de promoción, o corporativo. Manos Unidas da una libertad creativa absolulta tanto temática como formal. ¡Es una gran experiencia!

 

Si tuvierais que definir vuestro viaje con una palabra, ¿cuál sería y por qué?

 
Fernando: TRABAJO EN EQUIPO. Este viaje ha sido el encuentro de cuatro personas que sin conocernos de antes hemos desarrollado juntos un intenso trabajo en equipo.

Esteban y yo hemos contado, en todo momento, con la colaboración y apoyo de Lucas Bolado, antropólogo y responsable de proyectos de Manos Unidas en esta zona de Latinoamérica, y Juanma Parrondo, periodista y colaborador de Manos Unidas en los proyectos de Haití. Dos profesionales con mucha experiencia sobre el terreno que conocen muy bien el contexto político y social de la frontera. Sin ellos hubiera sido imposible tener un contacto estrecho con tantos migrantes haitianos, y acceder a ciertos lugares.

Esteban: AVENTURA. Porque realizar un documental sin guion, cada día lo hacía excitante. Todo era una incertidumbre, pero en la cual estaba inexplicablemente cómodo. Una improvisación que se transformaba en plan, una decepción que después era una oportunidad. Simplemente fluir cuando te estás empapando de las personas, los lugares, y entre esa neblina, se vislumbra la historia que quieres contar.

 

Gracias a la generosidad de Canon, habéis podido contar con un equipo profesional de alta calidad, ¿cuáles son sus características y qué ha supuesto para el rodaje disponer de este material?

 
Fernando: Nuestro equipo estaba compuesto por una cámara EOS C70 y dos objetivos zoom: RF 24-70mm F2.8L IS USM y RF 15-35mm F2.8L IS USM. Es un equipo profesional, muy útil para la realización de documentales porque tiene una calidad de imagen excelente, combinado con un tamaño pequeño. Es una cámara ergonómica, versátil y resistente. Rodábamos muchas horas al día en unas condiciones de mucho calor y humedad, y el equipo se portó muy bien.

Esteban: Pude usar la Canon C70 y unas lentes de montura zoom nativas de muy buena calidad. Ha sido de vital importancia, porque mientras yo podía grabar y capturar con un micro de cañón lo que sucedía a mi alrededor, Fernando iba con la pértiga separado de mí cuando hacía falta. De esta forma contábamos con audios y entrevistas que podían o no aparecer acompañadas de la imagen, dando versatilidad y otra dimensión auditiva al documental que podemos usar en el montaje.

En el tema de la imagen, la calidad es excelente y hay ciertas funciones que facilitan que tengas ese plano o no. Disponer de filtros de densidad neutra internos cuando había que exponer rápido, poder forzar el sensor en situaciones de poca luz o el aguante ante las condiciones climáticas de República Dominicana y Haití son algunas de ellas.
 

 

¿Cómo fue el proceso de preparación del viaje y del rodaje?

 
Fernando: Esteban y yo tuvimos varias reuniones y charlamos sobre cómo nos imaginábamos el documental, qué lenguaje y metodología de trabajo utilizar. Y a la vez queríamos experimentar este proceso creativo con apertura de miras; y dejarnos llevar por las historias que encontráramos.

Esteban: Al principio, hacíamos videollamadas los dos para afinar qué sabíamos de Dominicana, de la frontera, discutir temas más técnicos, decidir una mirada sobre el documental. Después, las reuniones con Lucas, de Manos Unidas, y con Juanma, que hacía la labor de “fixer”, el contacto local, nos despejaron muchas incógnitas. Asentamos nuestra llegada a Santo Domingo, el traslado a la frontera y dónde hacer nuestra base de operaciones, las posibles personas que entrevistar, las localizaciones potenciales, para ser eficientes y organizarnos el plan de rodaje. Una primera toma de contacto para llegar ahí y no verse abrumado por la incertidumbre.

 

¿Qué diferencia al rodaje de un documental de otro tipo de rodaje y, por tanto, qué caracteriza a esta experiencia concreta que habéis compartido?

 
Fernando: La principal diferencia es que nunca sucede lo que uno espera. Siempre se rompen las expectativas, para bien y para mal. El plan de trabajo es muy cambiante. No sabes dónde vas a acabar la jornada y, además, según pasan los días, parece que el propio documental va evolucionando por sí mismo. ¡Es fascinante!

Esteban: Esta oportunidad es única. El premio de poder viajar a otro país y poder contar una historia sin estar restringido a un tema narrativo, no se ve todos los días. Contar con la experiencia de Fernando, hacer equipo y amistad con personas que no conoces y que lo dan todo porque salga adelante ha sido una EXPERIENCIA en mayúsculas.

 

¿Qué valoración hacéis de vuestro rodaje? ¿Cómo se desarrolló todo, una vez en el terreno?

 
Esteban: Muy positiva. Antes de partir, dividimos roles en el terreno porque en un sitio ajeno, y más en un rodaje de documental, puede derivar en lo caótico. La comunicación era muy buena a todos los niveles y cuando había disparidad por donde fluir, todo se solucionaba con una conversación “in situ”. Por supuesto hubo momentos de tensión, pero forma parte de la experiencia documental. Entre todos hablábamos mucho del documental constantemente y organizábamos el día siguiente en base a lo que teníamos.

Fernando: Efectivamente, un aspecto importante fue hacer el reparto de roles. En rodaje Esteban cogía la cámara y yo me encargaba del sonido directo. Y ahora, en postproducción, yo me encargo del montaje y Esteban se encargará del etalonaje.

Ha sido un rodaje absolutamente profesional. Diez días de inmersión total en la vida de los haitianos que viven junto a la frontera. Viajamos a muchos lugares, sin parar, de un lado para otro. Fue una auténtica “experiencia documental”. Como estar subidos en una montaña rusa pero siempre con la guía de Lucas y Juanma.

 

Desde la organización del Festival partimos de su lema, “Tu punto de vista puede cambiar el mundo”, como enfoque a la hora de afrontar la producción del corto del primer premio, por tanto, os pedimos que lo hagáis con total libertad creativa. En este caso, ¿cuál ha sido vuestro punto de vista, el que vamos a encontrar en el documental?

 
Fernando: Yo no fui con un punto de vista definido. He viajado por todo el mundo con la cámara, y cuando voy a un lugar que no he estado antes me gusta dejarme sorprender. Que sean las propias vivencias las que me vayan orientando en el punto de vista. El documental intuyo que será muy atmosférico, de estados de ánimo. Con mucho peso del paisaje y el rostro humano. Muy coral, muchas voces, miedos y anhelos, teniendo como hilo conductor la frontera.

Mientras monto el documental y les escucho me doy cuenta de que vivimos en una sociedad muy necesitada de coaching diario y en la que tendemos a sobrevalorar los problemas. Ellos tienen una actitud más madura. La necesidad simplemente de sobrevivir día a día, les hace más humanos.

Esteban: Nuestro punto de vista es la experiencia misma como documentalista de las situaciones variopintas que vivimos. Nuestra aproximación es la propia frontera como protagonista y “ente vivo”, que vivimos a través de ciertos temas de distintos personajes, unos más recurrentes que otros. La frontera de República Dominicana y Haití como lugar de paso, de comercio y de migraciones. Como cualquier frontera, nexo de unión y también de diferencias lingüísticas, culturales y sociales. Haití adquirió una relevancia vital, puesto que son los haitianos quienes cruzan la frontera en su mayoría y no al revés. Es un documental atmosférico, de sensaciones e imágenes y audios expresivos.
 

 

Esteban, ¿qué te ha aportado a nivel personal y profesional este premio?

 
A nivel profesional, entender el proceso de cómo afrontar un documental sin guion, pero conforme pasaban los días, ir acotando un estilo audiovisual y narrativo al documental, que iba mutando de la idea inicial. Al principio, grabábamos todo lo que podíamos y después los planos y localizaciones eran muy concretas. Descartábamos opciones e íbamos a por otras que iban surgiendo, pero con la mirada siempre puesta en lo que queríamos contar, ese era nuestro filtro.

Fernando es una persona muy abierta a todo tipo de ideas y con la que se puede dialogar. Él es profesor y tiene ganas de enseñar y eso se agradece. Tuvimos muy buen feeling en terreno como fuera, fuimos un equipo y eso es fundamental para que salga todo bien.

A nivel personal, la cámara te da acceso a las personas y a situaciones que de otra forma no podrías vivir nunca. Poder conocerlas e indagar en sus vidas, tan diferentes y a la vez tan similares a las nuestras, a pesar de las diferencias culturales, te da otra perspectiva que sólo lo sabe quién ha podido experimentarlo.

 

Fernando, ¿cómo valorarías esta experiencia tutorizando a Esteban?

 
Esteban ya tenía experiencia previa en audiovisual. Así que ha sido un aprendizaje mutuo. Esteban ponía el talento y yo contribuía con la experiencia. Creo que él era muy consciente de la oportunidad que suponía este viaje, y se entregó al rodaje poniendo en juego todas sus habilidades, interés y energía, sin descanso.

 

¿En qué punto de la posproducción estáis?, ¿nos podríais adelantar algo?

 
Esteban: Estamos todavía en proceso de un “rough cut” – corte bruto – después de hacer un visionado exhaustivo y una selección del material por secuencias y temas. Nos lo estamos tomando con la calma porque hay bastantes horas grabadas para un corto documental, y queremos mantener esa atmósfera. Todavía quedan meses de probar ediciones, de darnos feedback, además del etalonaje final.

Fernando: Tenemos muchas escenas grabadas. Hay que valorar con mucho cuidado lo que se usa y lo que se queda fuera. El montaje está todavía en una fase preliminar, trabajando los bocetos de las secuencias.

 

Estamos deseando conocer el resultado final de este trabajo en equipo. Será presentado en la gala de entrega de premios que tendrá lugar el sábado 10 de junio en el Cine Palacio de la Prensa de Madrid. De momento, nos quedamos con este pequeño avance de algunos de los fotogramas del corto.

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