Entrevista a Janet Sánchez, directora del Centro Juana Azurduy en Sucre, Bolivia
10/02/2022
Janet Sánchez, activista de los Derechos Humanos, es la Directora Ejecutiva del Centro Juana Azurduy en Sucre, Bolivia, y miembro del Jurado de la Categoría General de esta XIII edición del Festival.
El Centro Juana Azurduy, es una Organización No Gubernamental, fundada el 10 de septiembre de 1989, al impulso de un grupo de mujeres motivadas por los altos índices de pobreza, discriminación y vulneración de los derechos de las mujeres, la niñez y juventud de Bolivia.
Janet, el Centro lleva más de treinta años luchando por la igualdad de género. ¿Cómo fueron los orígenes de la ONG en el contexto de la sociedad boliviana de hace treinta años? ¿Qué impulsó a ese grupo de mujeres fundadoras a dar ese primer paso tan difícil en la lucha contra el sistema patriarcal?
En la década de los 80, la pobreza y desigualdad económica en el país era muy grande, con gobiernos dictatoriales con privilegios que les otorgaron poder por muchos años, sumado a las inclemencias climáticas que dejaron a la población boliviana en situaciones de extrema vulnerabilidad, sobre todo de áreas rurales. Los cinturones de pobreza en las áreas urbanas fueron creciendo, como también la violencia hacia las mujeres, esta situación fue la inspiración para que un grupo de mujeres decidiera fundar el Centro Juana Azurduy, en una primera etapa, para defender los derechos de las mujeres y ya en los últimos tiempos, con muchos cuestionamientos sobre los efectos del Patriarcado, como sistema mundo, que oprime a los sectores más vulnerables, sobre todo a las mujeres.
¿Cuáles son los ejes que estructuran vuestro trabajo en el Centro?
El trabajo del Centro Juana Azurduy, responde a 4 problemáticas que viven las mujeres: La exclusión de la participación política de las mujeres por género clase y etnia; La dominación cultural machista y racista; La violencia interseccional hacia las mujeres y; Las brechas económicas y laborales de clase y género. Bajo estas consideraciones organiza su trabajo para superar estas problemáticas.
En esta edición del Festival queremos poner el foco en las desigualdades y en las personas olvidadas, las que son ignoradas por sociedades que continúan adelante sin volver la vista a las que quedaron atrás, ¿qué papel tienen las mujeres en este contexto de lucha por la justicia?
La lucha de las mujeres es fundamental para la VIDA. La propuesta de las mujeres apunta a transformar un mundo de violencia y de injusticias, es una lucha contra un sistema de símbolos y valores que cosifica y usa el cuerpo de las mujeres para beneficio de los hombres. Es una lucha que propone equilibrios y armonías, de superación de brechas de desigualdades entre hombres y mujeres y otros grupos diferentes a los modelos hegemónicos que ostenta el poder, político, económico y cultural.
¿Cuál crees que es el reto más difícil al que se enfrenta el Centro Juana Azurduy y las mujeres de Sucre para alcanzar sus objetivos?
La cultura machista que está instaurada en la mente y corazón de las personas. Al ser un problema cultural, se requiere procesos largos de transformación de mucha lucha, porque este sistema también se recrea y reinventa para perpetuarse.
A través de vuestro Programa de Incidencia Cultural fomentáis el análisis y la reflexión con el propósito de modificar los valores de la cultura machista, ¿por qué considerasteis clave, a la hora de estructurar vuestro trabajo, desarrollar acciones en el ámbito cultural?
Es clave, porque puede permitir cambios en patrones, formas de ver la vida, desnaturalizar lo que para muchos es natural, la división sexual del trabajo, las asimetrías entre hombres y mujeres, las discriminaciones a lo diferente por sus opciones sexuales y de vida y fundamentalmente desnaturalizar la violencia que es la expresión más cruel del patriarcado.
¿Qué crees que pueden aportar iniciativas como el Festival de Clipmetrajes de Manos Unidas a vuestro trabajo?
El sistema mundo es patriarcal y la lucha es de todas y todos, el Festival de Clipmetrajes de Manos Unidas es un instrumento para incidir en cambios profundos. Las temáticas que abordan permiten reflexionar a las y los participantes y difundir, expandir el mensaje hacia toda la sociedad, pueden constituirse en material de sensibilización para población similar.
Como integrante del jurado nacional de la Categoría General, ¿por qué animarías a alguien a dar el paso de grabar un clipmetraje y presentarlo a esta XIII edición del Festival?
Porque luchar contra las injusticias es luchar por la vida.