Anestesia de posguerra
15/12/2011
“La gente había empezado a regresar a sus aldeas y se la veía sentada en el porche de su casa mirando al vacío, jugando a las damas o bebiendo poyo, el vino de palma. Daba la impresión de que veían pasar la vida sin sentirse protagonistas de ella.
La única actividad que se observaba a lo largo del camino, era la llevada a cabo por algunas mujeres y sus hijos, que cultivaban huertos o transportaban leña o agua sobre sus cabezas. Los menores nos miraban pasar y gritaban en krio:
– Bangla, gi mi biskit! (<<¡Bangladesh, dame una galleta!>>)
Antes de la guerra, esos mismos niñoa, al ver pasar a dos blancos en un coche habrían gritado:
– Poto, poto, ker mi go! (<<¡Blanco, blanco, llévame contigo!>>)
Pero ahora nos llamaban <<Bangladesh>>, confundiéndonos con los cascos azules de la ONU que habían estado desplegados en esa zona hasta hacía poco, un contingente de Bangladesh”
LOS HOMBRES LEOPARDO SE ESTÁN EXTINGUIENDO, Chema Caballero
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