El coltán en el Congo (III)
10/12/2011
En 1997 fue derrocado el presidente congoleño Mobutu Sese Seko, de estrecha relación con los capitales imperialistas de origen francés. Kagame, actual presidente de Ruanda y Museveni, presidente de Uganda lideraron la conquista de la capital de la República Democrática del Congo, Kinshasa, y pusieron a cargo de este país a un amigo, Laurent Kabila. En un nuevo reparto se dispusieron concesiones mineras para empresas varias entre las cuales figuran la Barrick Gold Corporation, de Canadá, y la surafricana Anglo-American Corporation. El rebrote de la violencia, que ahora tratan de contener los líderes mundiales y africanos, tuvo lugar a finales de agosto, cuando el general congoleño rebelde Laurent Nkunda, avanzó con sus tropas por la región de Kivu Norte. El líder del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo dice actuar porque su etnia, la minoritaria tutsi, ha sido excluida del proceso de democratización. Ese proceso condujo a la celebración de las primeras elecciones de la historia en julio del 2006, que ratificaron en la presidencia a Joseph Kabila. El propio Nkunda ha declarado otros objetivos de su alzamiento al reclamar negociar directamente con Kabila sobre un importante acuerdo al que llegó su gobierno con China para explotar los recursos mineros de la zona. El general Nkunda, acusado por la justicia internacional de cometer crímenes de guerra, asegura controlar todo el rendimiento económico de la región.
También es importante mencionar el papel del Grupo Live, una empresa proveedora de coltán, que asegura que la demanda del mineral en el extranjero es tan grande que no pueden satisfacerla plenamente. Uno de los mejores clientes de Live es la sociedad belga, TRAXYS, una de las entidades dedicadas a la financiación de conflictos en el Congo.