8M – El hambre tiene rostro de mujer. Entrevista con la chef Pepa Muñoz

8/03/2023

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Siempre inquieta, autodidacta, pero asistiendo a los mejores eventos y congresos de gastronomía nacionales e internacionales. En 2003, junto a su socia Mila Nieto, pone en marcha su particular interpretación de la gastronomía, el Qüenco de Pepa.

 
Además de encargarse de su restaurante, Pepa Muñoz es presidenta de Facyre (Federación de Cocineros y Reposteros de Madrid), y responsable en España de World Central Kitchen, la ONG del chef José Andrés, nacida en 2010.
 
¿Qué crees que aportáis las mujeres al mundo de la cocina y la restauración?

Mucho. Yo creo que las mujeres somos esas madres y somos o seremos las abuelas que seguiremos transmitiendo a nuestros hijos esas recetas con magia. Considero que la aportación ya realizada en antaño por parte de las mujeres (que eran las que estaban cocinando en las casas), han dejado un legado que forma parte de los cimientos actuales de la gastronomía.
 
¿Qué consideras que identifica vuestro proyecto, liderado por mujeres, dentro de un campo tan competitivo y masculinizado?

Bueno, en mi opinión, el trabajo bien hecho no tiene género y eso es lo que procuramos hacer cada día: hacer las cosas bien, de manera muy honesta y, en nuestro caso, protegiendo las tradiciones y el producto.
 
¿De dónde nace El Qüenco de Pepa? ¿Cuáles son vuestros principios?

¡Nace de dos socias muy valientes y emprendedoras! La ilusión y confianza en nosotras mismas, nos ayudó a lanzarnos en 2003. Mila y yo compartimos principios, para nosotras elementales, como son el respeto de las temporadas, la proximidad y siempre la sostenibilidad que, si bien ahora parece que esté de moda y nos alegramos, nosotras lo hemos llevado por bandera desde que abrimos El Qüenco de Pepa hace 20 años.
 
Al restaurante has añadido la apertura de un colmado en el que se pueden adquirir los productos que utilizas en tu cocina, ¿cómo surge este proyecto y por qué?

Este proyecto nace en nuestra huerta de Ávila. Vimos que había un local disponible al lado del restaurante y nos hacía mucha ilusión poder traer un poquito de nuestra huerta hasta Madrid para compartir alimentos saludables con nuestros clientes. Hasta nuestra “Huerta de Pepa” (Padre Damián, 46) también traemos otros productos que hemos encontrado maravillosos como determinadas conservas, alguna carne muy seleccionada, legumbres, aceites, dulces, etc. etc.
 

 
En épocas difíciles, la discriminación por motivos de género hace que las mujeres y las niñas sean las primeras en comer menos, a pesar de ser las que más trabajan por asegurar la alimentación de sus hogares, son las responsables del 80% de la producción de alimentos en zonas como África Subsahariana”. (Fuente ONU Mujeres) ¿Qué reflexiones te provocan estos datos?

Más que reflexiones, me produce escalofríos. No concibo en este siglo semejante discriminación por género a las personas. Por desgracia, efectivamente, en zonas como las señaladas, las mujeres y niñas trabajan a destajo, y su alimentación brilla por su ausencia. Lo más grave es que estas cosas podrían minimizarse o evitarse si quienes tienen el poder para ello quisieran hacerlo. No sé qué está pasando en el mundo…
 
Nuestro modelo de producción y consumo es insostenible y hace que más de 800 millones de personas en el mundo pasen hambre. ¿Cuál es tu visión y aportación desde el trabajo de World Central Kitchen junto al chef José Andrés?

Con José Andrés he aprendido muchísimo y sigo aprendiendo.

La alimentación es clave en el mundo. Si no hubiera hambre, yo creo que no existirían las guerras, por ejemplo, ni migraciones, ni tanta tristeza en tantos sitios. Si invirtiésemos más en agricultura, en temas sociales, en generación de riquezas en zonas rurales… nos iría mucho mejor. World Central Kitchen tiene en cuenta estos criterios y cada vez que podemos, “empujamos” con estos mensajes para, poco a poco, ir sensibilizando de que, con la alimentación, podemos cambiar el mundo, hacerlo mucho mejor. José Andrés lo dejó bien claro en la Cumbre de la OTAN celebrada el pasado junio en Madrid.
 

 
La alimentación es un Derecho, los alimentos, por tanto, no pueden tratarse como mercancías con las que especular, desde tu restaurante, ¿cómo los pones en valor?

Este es un aspecto importantísimo y que en El Qüenco de Pepa siempre y desde el principio tenemos bien presente. Los alimentos son sagrados. Nosotras practicamos el aprovechamiento y reciclaje continuamente, además de colaborar con asociaciones que ayudan a los más vulnerables.
 
En esta edición del Festival queremos que los participantes reflexionen sobre cómo nuestras acciones individuales pueden influir en el acceso universal a los alimentos y al agua, por ejemplo, consumiendo de manera responsable y no desperdiciando la comida, ¿qué mensaje lanzarías para concienciar sobre estas cuestiones?

El mensaje pasa por la palabra RESPONSABILIDAD. Todos y cada uno de nosotros y nosotras, con pequeños gestos sumamos y damos ejemplo. Tomar conciencia de, por ejemplo, cerrar el grifo de agua cuando no es imprescindible en la ducha o lavabo, pensar antes de tirar comida, qué podemos hacer con ese resto, con ese recorte de algún producto o reciclaje de alguna sobra… Es increíble la cantidad de cosas que podríamos hacer si, de verdad, nos lo proponemos. Aprovecho esta entrevista para animar a todo el mundo a que le dé una vuelta a esto, que, además de cerrar el grifo, piense qué puede hacer con lo que ha podido quedar en el plato de la comida o cena de hoy, antes de que vaya a la basura. ¡La cocina de aprovechamiento puede ser maravillosa!
 
¿Por qué animarías a futuros y futuras participantes a presentar sus clipmetrajes en esta XIV edición?

Porque sus aportaciones van a ser importantes, porque hacen falta ideas creativas que animen y nos sensibilicen sobre la importancia de asuntos como este.

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