¡Devoramos el planeta!
Nuestra forma de alimentarnos está acabando con los recursos naturales y provoca hambre. Producimos mucha más comida de la que necesitamos para alimentar a toda la población mundial, pero 800 millones de personas pasan hambre. ¿Cómo es posible? ¿Qué consecuencias genera? ¿Podemos cambiar esta injusticia?
La producción masiva de alimentos
Los avances tecnológicos nos han permitido en los últimos decenios, multiplicar por tres la capacidad de producción de alimentos. A pesar de todas sus ventajas en cuanto a cantidad, el sistema de producción masiva de alimentos, genera tres grandes problemas:
La sostenibilidad
Al producir alimentos con un modelo altamente insostenible, se generan grandes impactos ambientales y sobre los recursos naturales.
Los alimentos “mercancía”
El sistema está orientado a los beneficios económicos, no a garantizar el Derecho a la Alimentación.
El desperdicio de alimentos
Millones de toneladas de alimentos acaban en la basura anualmente a lo largo de toda la cadena alimentaria.
Las consecuencias medioambientales
Debemos denunciar que nuestro sistema global de producción de alimentos está devorando el planeta. Para la producción masiva de alimentos se están utilizando:
Gran cantidad de tierras
A menudo a costa de selvas y bosques.
Mucha agua
Un recurso finito esencial para la vida.
Combustibles fósiles
Un recurso que contamina la atmósfera.
El hambre en el mundo
La producción de alimentos está pensada para un mercado global en el que muchas personas, incapaces de adquirirlos, quedan al margen del sistema, condenadas a sufrir hambre.
Este punto constituye la paradoja del hambre: gigantesca producción agropecuaria y millones de hambrientos y subalimentados. Estamos ante un problema ético, de justicia.
¿Qué podemos hacer?
Aunque muchos de los aspectos que tienen que ver con la producción de alimentos están fuera de nuestro alcance, otros, en cambio, son más cercanos a nuestro día a día como consumidores:
Pautas de consumo
Compra productos más sostenibles.
Nuestro tipo de dieta
Come menos carne y más vegetales.
Desperdicio de alimentos
Cocina lo justo y compra con la cabeza.
Debemos desarrollar un modelo de producción y de consumo para facilitar el acceso a los alimentos a todos los habitantes del planeta y que permita usar los recursos naturales de forma responsable y sostenible.
Si quieres más información, puedes consultar la web de educación de Manos Unidas.